sábado, 3 de enero de 2015

Derecho a la vida

En Evangélicos por la Vida:  

  • Tal y como nos muestra la ciencia médica, que la vida de todo ser humano comienza en el mismo instante de la concepción y se prolonga a lo largo de sucesivas etapas hasta el momento de la muerte.
  • Creemos que cada ser humano concebido es una persona única e irrepetible, y que la vida personal puede llegar a pasar por diversas fases de desarrollo: embrión, feto, bebé, infancia, adolescencia, juventud, madurez, ancianidad… Y por ello afirmamos, que a toda persona le asiste el derecho a la vida y al respeto de su dignidad como ser humano precisamente por el hecho de ser humano, independientemente de la etapa o fase de su vida en que se encuentre.
  • Entendemos que el aborto voluntario supone la supresión definitiva y sin vuelta atrás de la vida de un ser humano en alguna de sus primeras etapas de desarrollo vital. Por ello, nos oponemos frontalmente a las prácticas abortivas, que nada tienen que ver con el ejercicio de la medicina y defendemos el derecho a la vida de todo ser humano. 
  • Instamos a los Poderes Públicos españoles que garanticen el derecho a la vida de los seres humanos no nacidos legislando a favor de la vida y no contra ella. Porque cada vida importa. 
  • Declaramos nuestra oposición a considerar que el aborto voluntario pueda tener categoría de derecho mientras se le niega esa posibilidad al derecho a la vida del bebé que en el vientre de su madre espera poder llegar a nacer si antes no lo matan dentro.
  • Entendemos que la vocación y profesión de los médicos ha de estar encaminada siempre a la defensa de la vida y de la dignidad humana y por ello nos oponemos a prácticas contrarias a ello. Los médicos deben salvar vidas no quitarlas.
  • Entendemos que los abortos voluntarios son actos crueles e inhumanos cuyo único objeto es matar a un ser humano y enriquecer a los empresarios y médicos de las clínicas abortivas.
  • Consideramos que en cada aborto existen dos víctimas: el bebé asesinado y la madre, que es engañada y empujada al mismo, sin ofrecérsele alternativas ni informarle de las consecuencias físicas y psíquicas que el aborto tendrá en su propia vida. Y cada vida importa. Y nos importa la vida del bebé y la vida de la madre.
  • Animamos a toda la sociedad española a que levante su voz y su compromiso, de forma firme y decidida, por el derecho a la vida de los seres humanos que todavía no tienen voz, pero que son los más inocentes que pueden existir en nuestra especie y por el derecho de las madres a que no se les empujen a matar a sus propios hijos.
Desde la Asociación Evangélicos por la Vida afirmamos fuerte y claro que no existe el derecho a matar. Existe el Derecho a Vivir. Y cada vida importa.




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