lunes, 21 de marzo de 2016

Desarrolla el Carácter de Cristo

Desarrollar el carácter de Cristo es la tarea más importante de la vida, porque es la única cosa que vamos a llevar con nosotros a la eternidad. (1 CORINTIOS 13:13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.)
Esto significa que el objetivo de toda nuestra enseñanza debe ser cambiar vidas, no solamente proveer la información. Pablo le dijo a Timoteo que el propósito de su enseñanza era desarrollar el carácter de aquellos a los que enseñó:(1 Timoteo 1:5 NVI. Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida”). Pablo le dijo a Tito lo mismo:(Tito 2:1 NVI Tú, en cambio, predica lo que va de acuerdo con la sana doctrina” ).
El carácter se construye en la vida diaria. El carácter nunca se construye en un salón de clases.El salón para el estudio Bíblico es simplemente el lugar para identificar las cualidades del carácter y enseñar cómo se desarrolla el carácter. Cuando entendemos cómo Dios usa las circunstancias para desarrollar el carácter, somos capaces de responder correctamente cuando Dios nos pone en oportunidades para construir el carácter.
Dios construye el carácter en nuestras vidas permitiendo experimentar situaciones en las que somos tentados a hacer exactamente lo contrario a tener un carácter de calidad. El desarrollo del carácter siempre involucra una elección. Cuando tomamos la decisión correcta, nuestro carácter crece más como el de Cristo.
Si quieres saber a qué se parece el carácter de Cristo, empieza por enumerar las nueve cualidades del carácter que nombra Pablo en Gálatas 5:22-23 (NVI): “En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
El fruto del Espíritu es una imagen perfecta de Cristo. Él encarnó las nueve cualidades. Si vas a desarrollar el carácter de Cristo, también debes tener estas cualidades en tu vida.

Cada vez que elegimos responder a una situación a la manera de Dios, en vez de seguir nuestra inclinación natural, desarrollamos el carácter. Por esta razón, Él permite todo tipo de circunstancias en la formación del carácter: conflicto, decepciones, dificultades, tentaciones, tiempos de sequía y retrasos.